¿Murió la gaita protesta?

¿Murió la gaita protesta?

El tradicional ritmo zuliano está en crisis


En este primer trabajo del año queremos explicar por qué la gaita zuliana ha dejado de sonar en las radios. Censura, autocensura o ya los compositores han perdido las ganas de seguir molestando al sistema


Por: Rafael David Sulbarán. Periodista.

Le dio gripe en diciembre. Aún la tiene


“Cuando la tiranía se hace ley, la rebelión es un derecho”, con esta frase de Simón Bolívar da comienzo una pieza gaitera de la autoría de Astolfo David Romero, titulada Solo saben robar, la cual bajo su propia voz deja un claro mensaje de protesta ante el gobierno nacional dirigido por Nicolás Maduro. Esta es una de las pocas gaitas con sentido de protesta fuerte que ha sido divulgada durante esta temporada, pero hay un detalle: solo ha sido presentada en redes sociales y en páginas web, principalmente en Youtube.

“Está prohibido transmitir gaitas o cualquier otro género protesta, por la cuestión de la ley resorte”, explicó Astolfo David vía Whatsapp al ser consultado para aclarar si la pieza había sido censurada en las emisoras. “No directamente”, respondió. “Esa gaita la saqué yo solo con mi nombre, sin ningún grupo, es decir, solo se ha dado a conocer por Internet, al igual que otras protestas que ya se pueden oír por Youtube”, explicó el hijo del recordado “Parroquiano”, Astolfo Romero.

Pluma Volátil intentó hablar con él en persona para que explicara su posición ante la censura o autosensura y diera detalles sobre la composición, pero se excusó, pidiendo disculpas, aunque dejó clara su posición ante el peligro de la desaparición de la gaita protesta: “Creo que la gaita protesta nunca debió ser censurada de las emisoras de radio y TV, porque la gaita protesta es el único vehículo y manera sana de expresar nuestras dolencias y malestares”. Esa reflexión nos llevó a preguntar a tres comunicadores reconocidos en el ámbito gaitero si Astolfo David tiene razón, si estaban de acuerdo con su postura.

El problema es el insulto

Se consultaron varias voces expertas, tratando de reconocer cual es la gaita protesta insignia, la más destacada del año, y sinceramente, fue bastante complicado reconocer alguna. Henry Camacho, periodista y locutor cabimense desde hace dos décadas, habló sobre la pieza de Astolfo David que “viene sonando desde mayo fuertemente, pero que no ha sido radiada por su irreverencia y además por el temor que hay al gobierno”, comentó. Camacho dirige un espacio radiofónico en la emisora Z100.3 en Cabimas, “Ni loco la pondría en mis horas; me cierran el programa. Es triste”. La autocensura es otro tema a discutir que ha puesto en tela de juicio a los radiodifusores: “Quizá hacen falta nombres como Higuera Miranda y otros grandes personajes de la radiodifusión zuliana que se le plantaban a quien fuera; eran fuertes”, esgrimió Ramón Soto Urdaneta, reconocido locutor gaitero desde hace más de 30 años, una de las referencias comunicacionales más reconocidas del género.

Ramón Soto Urdaneta, locutor de larga experiencia | Foto: Rafael Sulbarán

¿Entonces se acabó la gaita protesta? Se le hizo la pregunta todos los consultados. Entre ellos estuvo José Salvador Gil, gaitero cabimense, profesor universitario y también locutor. Gil sostiene que la gaita, y por supuesto en la presentación de protesta, no ha muerto ni morirá: “La gaita en su esencia es protestataria, es peleona, en muchos ámbitos. Hay que dejar claro que la protesta política no es la única presente en las letras gaiteras, hay protesta ante las injusticias sociales, ante el amor, ante la transculturización y demás temas. Pero aquí quizá siempre sobresale lo cantado de frente ante un gobierno corrupto, como en “Un ojo dimos” de Barrio Obrero, o “Doctor Caldera”, de Gran Coquivacoa”, explicó Gil, agregando que en los últimos años la protesta ha perdido el rumbo por los insultos e improperios de varios autores en sus letras. “Cuando llegamos al insulto es donde vemos el problema; se pierde el respeto al gobernante y también al público; entonces ya esto se convierte en algo grosero”. Esto, por supuesto, ha afectado la producción y la intención de radiodifusores de colocar gaitas en las emisoras. “Por eso las vemos o escuchamos en las redes, que se han convertido en un canal importante, pero que no llegan, no penetran como los medios tradicionales”, agregó.

Salvador Gil, locutor y profesor universitario | Foto: Rafael Sulbarán

Es toda la gaita

Para Ramón Soto Urdaneta, en Venezuela no hay censura hacia la gaita: “Nómbrame una sola gaita que haya sido sacada del aire en una estación” , exclamó.

“Con la entrada de este gobierno, muchas fueron las protestas, cientos de compositores se desbocaron en piezas en contra del gobierno. Pusieron toda la carne en el asador; se explotó mucho y esto afectó la producción, se abarrotó el mercado. Entonces parece ser que se quedó la musa atrás o se ha perdido un poco la dirección, el sentido”, refirió Soto Urdaneta, animador por varios años del recordado programa Sábado Gaitero.

“La gaita está atravesando por un momento difícil”, reflexionó el comunicador social. “Considero que se ha perdido la emoción de esperar esa gaita nueva, ese sonido de la charrasca que para los pelos al escucharla luego de casi un año. Muchos programas de radio comienzan muy temprano en el año y esto afecta la temporada. Yo soy de los que defienden esa vieja tesis de sonar la gaita fuertemente en los últimos meses del año, como parte esencial de la navidad, para que no se diluyan las ganas de conocer esas gaitas nuevas”.

Una de las soluciones que presenta ante esto es simple: volver a la tradición de que suene en estas fechas: “No es que no se deba escuchar en el año, pero sí dejar que los programas especializados lo hagan en el resto del año y que el pueblo disfrute sus nuevas gaitas en las navidades”, finalizó.


Publicado en El Pitazo el 23-12-2016

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