Familiares duermen a las afueras del retén de Cabimas para cuidar a sus presos

Familiares duermen a las afueras del retén de Cabimas para cuidar a sus presos

Horas tensas en el recinto 


Desde este domingo decenas de personas mantienen abarrotados los alrededores del retén de Cabimas luego de distintas situaciones. Tiroteos, requisas, de todo ha pasado en estos días y ellos, en las afueras, tratan de darle comida, agua y una palabra de aliento a los suyos tras las rejas


Por: Rafael David Sulbarán. Periodista.

Hace malavares. Le gustan los calamares


 

“Esto parece un hotel aquí afuera, mucha gente duerme en las aceras, algunos encima de sus carros o dentro. En verdad hemos pasado unos días bastante duros acá”, expresó Carolina Chacín, novia de uno de los reos del pabellón A en el Centro de Arrestos y Detenciones Preventivas de la Costa Oriental del Lago recinto que ha vivido desde el pasado domingo días tensos luego que fuese tomado en medio de una confusa situación.

“Venimos desde Santa Cruz de Mara, el domingo tomamos ese carro prestado de un vecino y bueno, estamos aquí tratando de averiguar qué podrá pasar con mi hija que está en el área de mujeres, pero que igual se ve afectada por todo este despelote”, comentó a las afueras del penal sentada en su silla Gladys Loaiza. Cientos de personas se han mantenido cerca del penal tratando de dar apoyo a sus familiares presos.   “Es que uno nunca sabe lo que pueda suceder, algún tiro que se vaya, una plomazón que se arme, mi hija no estaba donde se formó el problema, pero uno nunca sabe qué puedan hacer con ellos”, continuó Gladys que estaba acompañada de su otra hija, Yandry Loaiza. “Mi hermana nos ha dicho que se encuentra bien, pero todos estos días ha comido muy mal, por eso hemos permanecido acá tratando de velar porque finalmente pueda comer bien”, agregó Yandry.

Desde horas de la madrugada del domingo siete de mayo el retén de Cabimas, ubicado en el estado Zulia al occidente de Venezuela, vivió momentos tensos luego que se enconchara en las instalaciones Andy Segovia, un ex pran que salió con tres secuaces y asesinó al funcionario del Cuerpo de Policía Bolivariana del Estado Zulia Osmel Gutiérrez de 27 años de edad, hecho ocurrido en el sector Campo Lara del municipio Lagunillas. Por más de 36 horas se mantuvo tomado el penal, con los miembros del pabellón A resistiendo y funcionarios del Cpbez, Guardia Nacional y el Cicpc dando apoyo. Durante casi dos días todos los presos, que son más de 2800, se mantuvieron aislados, sin recibir comida ni agua, y por supuesto visitas.

“Yo no había visto a mi hijo, más de tres días y hoy fue que se pudo asomar, por eso me mantuve acá pendiente, mi muchacho no había comido nada hasta hoy”, relató una señora que no se quiso identificar por temor a ser señalada o que a su hijo le hagan daño adentro. “Es que yo tomé fotos y tengo un video de cómo maltratan a los visitantes aquí. Temprano vi como un policía arrastraba por el suelo a una joven que no se quería mover del sitio luego de un tiroteo”. Ese tiroteo que nombra la mujer, se dio la tarde del martes luego que reos del pabellón A salieran de su área. Según la versión oficial los presos accionaron el arma contra un funcionario por represalias. Por su parte Carlos Barrera, líder negativo del pabellón indicó en una corta entrevista telefónica que fueron los policías quienes dispararon primero. “Yo estaba tranquilo en la entrada del pabellón, mi compañero salió a recoger la comida que le habían llevado y le dispararon.  ¿Cómo vamos a responder nosotros si nos quitaron todo?”, señaló Barrera. El lunes en la noche se realizó una requisa que se extendió por siete horas.

En ese tiroteo resultó herido de muerte José Gregorio Vera, de 40 años de edad, segundo al mando en el pabellón A. Recibió dos tiros intercostales. Falleció la mañana del miércoles en Maracaibo.

“Por eso es que nos quedamos aquí, no sabemos qué pueda pasar, ¿viste que se armó esa plomazón y estaba todo tranquilo? No podemos dejar a nuestros hombres solos con esos policías que muchos andan nerviosos o simplemente quieren acabarlos por gusto, así por así para decir que fueron atacados y que están cumpliendo con su trabajo”, indicó Bryan Gil, quien tiene a su nieto preso desde hace seis meses.  Gil, junto a decenas de personas provenientes de todas partes del Zulia hasta ayer seguían pernoctando en las afueras del retén sin descanso.


 

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.